viernes, 24 de octubre de 2008

breve biografia de Maria Cano

Hablar de María Cano es hablar necesariamente de la reivindicación de los derechos de la mujer en Colombia. Proveniente de una familia liberal de clase media alta de Medellín, crece ilustrada por la figura de Fidel Cano, fundador de El Espectador. Dos acontecimientos inciden dramáticamente, no sólo en la obra sino en la vida de María Cano. Inicialmente Colombia, al igual que el resto de Latinoamérica, queda seducida por un entusiasmo renovador desatado por las revueltas en México y por la revolución rusa de 1917, sucesos que les mostraron a los trabajadores de las nacientes empresas la posibilidad de organizarse en sindicatos para reclamar derechos laborales.
Por otra parte y como respuesta a la rígida estructura social de la época, un inconformismo progresivo derivado de su imposibilidad de pronunciarse no sólo en política sino también en las artes. Hasta la década del veinte la voz de la mujer en la sociedad colombiana estuvo delimitada por una cerca de púas que las relegó exclusivamente a tareas domésticas. En estas condiciones y criada bajo una militante estructura de pensamiento liberal, María Cano empieza en 1920 su recorrido por las letras en la revista Cyrano. La revista fue la plataforma para que un grupo de mujeres empezaran a escribir artículos de prensa, cuentos y crónicas. En Cyrano se lanza María Cano como una cuentista destacada, la que inspirada en la prosa de Tomás Carrasquilla, da cuenta de los atributos sensuales del cuerpo femenino, lo que desde luego la catapulta a la categoría de escritora provocadora y rebelde.
http://www.teleantioquia.com.co/Programas/AntioquiaLetraaLetra/MariaCanoBiografia.htm

Objetivos que se espera desarrollar

Este tema es de gran importancia para su estudio porque nos da la amplia mirada de cómo la mujer desde que se enfrento con sus primeras luchas por el sufragio, pudo lograr manifestar sus ideas ante las masas y sobre todo pudo llevar a cabo su incursión en la esfera política.

Además se puede lograr hacer un recorrido mostrando la trascendencia y la ejecución de sus procesos de lucha por los derechos de la mujer, que más que un hecho histórico como (evolución cultural) fue y es un símbolo de igualdad.
Lo anterior se puede contemplar para entrar en el contexto actual y mirar a la mujer como una persona que conforma la sociedad, pero que en su vida cotidiana la relación que se da con los hombres puede mostrar como resultan algunos problemas de disfunción, generalmente que se dan en la familia, como por ejemplo las relaciones de pareja libres, sexo sin alguna medida, y las posturas de las mujeres frente a la familia, perdiendo los valores, respeto y responsabilidades tanto como hijas, como madres y como hermanas.

las primeras manifestaciones

Se puede ver como el temple femenino se ha configurado para poder darle sentido a las luchas muy bien estructuradas que tuvieron éxito en su tiempo, como por ejemplo fue la primera manifestación en Colombia por parte de las mujeres liderado por personas como Maria Cano, que se llevo a cabo con la empresa textil Coltejer. Hoy en día las manifestaciones son una especie de inconformismo “cotidiano”, casi uno podría decir que las huelgas son menos del 50% consideradas con el fin requerido por los manifestantes que en gran medida son personajes masculinos.

También es de resaltar como sus huelgas que inicialmente hacían necesaria la implementación de sus derechos, pero ahora se puede ver que gracias a su posicionamiento llevado a cabo anteriormente, hoy en día ha generado algún tipo de discriminación laboral pero ahora hacia los hombres, por ejemplo la actual vinculación laboral ejercida por parte de algunos sectores en los cuales la exigencia de una mujer es fundamental, llevando a cabo de la mano los derechos y deberes pertinentes.

viernes, 3 de octubre de 2008

Excepciones

Es una excepción el caso de la tesis para optar al título de abogado que Ricardo Uribe Escobar presentó en la Universidad de Antioquia (1914), Notas feministas, donde impugna la idea de la inferioridad femenina e insta a la mujer a que se convierta en un ser productivo que no dependa económicamente del hombre, que prescinda "un poco" de la feminidad "a trueque de formarse una personalidad considerable de efectos culturales notables, que la hagan visible en este movimiento de la vida nueva" (Lola G. Luna, Pág. 59). La tesis fue prohibida por el arzobispo Manuel José Cayzedo. Por su parte, los liberales creían que el voto femenino estaría amarrado por los curas y el partido conservador. A lo cual, Elena Ospina, en la revista fundada en Medellín Letras y Encajes, replica (1936): "No habrán experimentado quienes tal cosa afirman la importancia del ingrediente `espíritu de contradicción' en la modalidad femenina" (Lola, Pág. 98). El periodista Calibán (Enrique Santos Montejo), por su parte, el 2 de mayo de 1944, en su columna del periódico El Tiempo, opina que "el voto femenino será el paso inicial en la transformación funesta de nuestras costumbres y de la pugna entre los sexos" (Pág. 19). El 24 de octubre de 1944, el periodista redondea su idea: "El organismo femenino ha sido más resistente a las enfermedades que el masculino; pero el hombre está dotado de todas las características de la superioridad y del dominio en todas las actividades físicas y espirituales. Ninguna hembra ha igualado al macho en las manifestaciones del atletismo, en toda la escala animal" (cita en texto de Ofelia Uribe, Una voz insurgente)

Más discusiones

Lola G. Luna rastrea la historia de los movimientos en pro del sufragio y los derechos de las mujeres, en una Colombia patriarcal donde por tradición "la mujer ha sido el proletario del hombre" (Marx), y donde curas, periodistas, intelectuales, literatos, liberales y conservadores, salvo raras excepciones, renegaron de la emergencia de una nueva mujer rebelde y de su participación en los asuntos del poder del Estado. El texto de Lola, así como el de la precursora Ofelia Uribe de Acosta, Una voz insurgente (1963), muestran la posición en conjunto que líderes políticos y ministros de educación de ambos partidos en el período de los cuarenta, Lleras Camargo y Guillermo León Valencia, por ejemplo: “que las mujeres mejor no se contaminen participando en tan turbios asuntos de la política en el senado y la cámara”. El joven Germán Arciniegas se apoya en Alfonso el Sabio para reservar cotos de caza masculinos, frente a los "brotes demagógicos", que le parecían las simpatías en las cámaras por la causa de las mujeres. Antonio Rocha, José María Samper y Daniel Samper Ortega, entre otros, repiten los mismos argumentos En 1944, estos hombres de Estado aún no percibían las ventajas del voto femenino para la consolidación de las democracias, el poder creciente que tomaban los nacientes medios de comunicación para seducir las mayorías, hombres y mujeres por parejo

discusiones politicas sobre la mujer siglo XX.

Ofelia Uribe fue una luchadora y dirigente del feminismo sufragista que se manifestó en Colombia desde los inicios de la segunda República Liberal (1930) hasta principios del Frente Nacional. La experiencia histórica de esta mujer y del pluralista movimiento que lideró durante los años cuarenta con Lucila Rubio de Laverde, evidencian la manera como la sociedad colombiana, la clase política, la prensa tradicional y la historia oficial han desconocido esa parte de la historia nacional: la lucha de las mujeres por sus derechos.
Sacado de: Titulo del libro reseñado: El sujeto sufragista. Feminismo y feminidad en Colombia. 1930-1957 Autor del libro reseñado: Lola G. LunaEditorial del libro reseñado: Ediciones La Manzana de la Discordia, Universidad del Valle, Cali, 2004, 191 Págs. (Disputas sobre el voto de la mujer interviene la iglesia y los liberales en pro, en contra. Por ninguna razón se creía que la mujer podía igualar al hombre y menos en el aspecto político.